18 de julio de 2009

Un llamado a recuperar los espacios ciudadanos


Por: Hugo Rodríguez Núñez
sucilayu@gmail.com


Sin duda las elecciones intermedias para renovar la cámara de diputados federal del domingo 5 de julio de 2009 y sus resultados, son un espacio de reflexión para todos los actores políticos; especialmente para los partidos como el PAN y el PRD, que vieron caer estrepitosamente su votación y experimentaron el rechazo ciudadano.

El PAN debe los resultados de la elección, al rechazo ciudadano a las políticas públicas del gobierno federal encabezado por Felipe Calderón y su asunción al poder; pero también a las estrategias de campaña diseñadas para confrontar y exhibir al adversario, tratando de repetir la “guerra sucia” del 2006 en un escenario diferente y ante un PRI que en la percepción ciudadana ha sido su aliado. EL PAN ya tuvo en la renuncia de Germán Martínez, su presidente nacional, su primera reacción tratando de deslindar a Calderón de los resultados. Ahora les toca la ardua tarea de unificar a los grupos y liderazgos en su interior, reorganizarse y prepararse para enfrentar el 2010, como preámbulo a la verdadera elección que será en el 2012.

En el PRD no hubo sorpresas, era lo que se esperaba después de las elecciones internas desaseadas y la asunción a la presidencia del partido de Jesús Ortega, gracias a los buenos oficios del Tribunal Federal Electoral, y la inconformidad de la militancia. La estrategia de campaña sin contenido, representando la imagen de una izquierda “ligt” del agrado y al servicio de los detractores del movimiento Obradorista. El fracaso del “Así si gana la gente” de Chucho Ortega y Marianita en la cocina. Su tarea rumbo al 2012, tratar de conciliar al partido con el movimiento obradorista, que a estas alturas lo ha rebasado, y cuenta con una base ciudadana con presencia nacional.

El PRI reencontró sus raíces en la férrea disciplina impuesta desde las cúpulas del poder económico y político, más allá de lo protocolario de una dirigencia formal. Su centro de operaciones el Estado de México; y su promotor y guía Salinas de Gortari. Los grupos de interés giran en torno a los medios de comunicación como Televisa y TV Azteca, la mayoría de los medios impresos y la radio. Los grandes intereses financieros internacionales le apuestan al retorno del PRI a los pinos. Sus instrumentos los gobernadores priístas, los diputados y senadores incondicionales, las dirigencias sindicales, y el corporativismo. Sus bases un amplio movimiento territorial que se mueve con dinero público, y el maiceo de ciudadanos que dependen de las campañas priístas para subsistir. Sus satélites el PVEM, y próximamente el PANAL no lo dude.

La reflexión ciudadana nos lleva obligatoriamente a preguntarnos ¿Y ahora qué? ¿Acaba nuestro compromiso ciudadano al depositar nuestro voto? ¿Continuaremos siendo cautivos de la partidocracia? ¿Seguiremos siendo espectadores pasivos de los reacomodos partidistas?

Hay que recuperar los espacios ciudadanos. Tenemos que asumir una postura crítica y participativa. No más movimientos ciudadanos acotados y cooptados desde las cúpulas del poder. No más marchas estériles de protesta y llamados al voto nulo en épocas electorales. No más falsas representaciones ciudadanas. No más usurpación del poder ciudadano.

La actuación ciudadana debe ejercerse en cada colonia, centro de trabajo, y municipio. Nadie más que ellos conocen su espacio. Nadie más que ellos pueden solucionar sus problemas. Que nadie se abrogue el derecho de hablar por nosotros. La experiencia nos demuestra que los que se dicen nuestros representantes, solo representan sus intereses y los de sus superiores. Nunca a sus representados. Democraticemos nuestros espacios y hagamos valer nuestros derechos.

Devolver el voto universal, libre y secreto a los sindicatos debe ser una demanda ciudadana a los diputados federales que favorecimos con nuestros votos. No más democracias representativas.


Por el bien de todos, primero los pobres.

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