18 de julio de 2009

Pactos criminales, y crímenes sin pacto

Por: Roger Aguilar Salazar

El mundo está plagado de gobernantes criminales, y mendaces, como el que fue impuesto por un Tribunal a modo, que sacralizó el fraude electoral de 2006. De ahí en adelante, tras un paréntesis que no duró una década, no es la Constitución emputecida por los politiqueros la que rige, sino el supremo principio de cínicos e hipócritas: al poder se llega "haiga sido como haiga sido".

El inflado abogado que finge de Secretario de Gobernación declaró hace dos días, en respuesta a una petición de pacto por parte de un capo, que "el gobierno no pacta con el crimen organizado". Afortunadamente la frase fue corta y tal vez por eso pudo conservar su lengua intacta, porque si no la habría destazado con su monumental mentira.

¿El "gobierno" de Calderón no pacta con criminales? ¿Y qué fue lo que hizo, entonces, con Elba Esther Gordillo, Mario Marín, y Ulises Ruiz para brindarles impunidad; o con los magistrados del TEPJF, para violentar la Constitución y el COFIPE e imponerle una candidata espuria a Iztapalapa? ¿Quién si no Diego Fernández de Cevallos, de quien es socio Gómez Mont, complotó con Salinas para destruir las boletas que eran las pruebas del fraude electoral de 1988. ¿No fue el mismo bufete de abogados el que se confabuló con la famosa Paca para sembrar un cráneo e inventar culpables en el caso del asesinato de Ruiz Massieu?

Un funcionario del gobierno de Obama, me parece que el de la DEA, llamó a Calderón "héroe" por desatar la sangrienta guerra que ha convertido a México en el estado más violento del mundo. Bueno, los yanquis imperialistas llaman héroes a sus lacayos en gobiernos entreguistas. ¿Y qué es el gobierno de Obama? con el perdón de quienes ven en él a un demócrata, y hasta casi un revolucionario, si no un criminal de guerra, continuador de la invasión de un país, de cuyo territorio el ejército invasor no se va a salir, al menos mientras dure su gobierno; salvo que el pueblo iraquí o la crisis económica causada en parte por esa guerra, no los obligue a hacerlo.

El mal gobierno de derecha que tanto daño está haciendo a la nación, pacta y lo hace cuantas veces le hace falta con el crimen organizado, porque es también parte del crimen organizado, el político, acaso el más peligroso y mortal que pueda afectar a las naciones y al mundo entero.

Y los panistas, por cierto, vienen pactando con criminales desde que en 1988, a sabiendas del carácter delincuencial y genocida de Carlos Salinas, pactó con él con el peregrino pretexto de la imposible legitimación posterior que le negaron las urnas. Por qué, entonces, no puede pactar con uno de los grupos, si como todo parece indicar, tienen pacto con el chapo Guzmán? ¿Por qué no pactar una tregua al sangriento derramamiento de sangre que amenaza con hundir todavía más a la atribulada nación mexicana? Por qué no corregir una estrategia estúpida que se sustenta en otra estupidez, la ilegalización del consumo de drogas (No todas, legalizada está la cerveza que produce la señora Aramburuzabala, que por cierto, la ha hecho la mujer más rica de México).

Porque le es sustancialmente necesaria la guerra al gobierno del los Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas del planeta, cuyos funcionarios no pierden el sueño por tolerar la tráfico de sus propios capos, con los que tienen indudablemente pactos. En ese país, que se sepa, nadie ha sido molestado por el poderoso ejército de esa nación, y eso que ahí se producen toda clase de drogas también, como la mariguana que alcanza centenares de toneladas.

Los lacayos vende patrias en cuyas manos está la república pacta con el crimen organizado del que es parte y con el que divide ganancias. No pacta con el de las drogas porque se lo tienen prohibido sus amos imperiales. Punto.


Por el bien de todos, primero los pobres.

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