18 de julio de 2009

El uso y el abuso de la aritmética.


Crónicas

Gonzalo Navarrete Muñoz (*)
09/07/2009
Diario de Yucatán.


—¿Maestro que piensa de la democracia? —No es más que un abuso de la estadística —respondió Jorge Luis Borges, un incrédulo de la democracia electoral.

Alguna vez el autor de “El Aleph” dijo: Tiene el mismo valor el voto del culto que del ignorante, el del joven que el del hombre con experiencia. El PAN ganó las elecciones municipales del trienio 1968-1970. Víctor Correa Rachó obtuvo 38,074 votos, contra 13,200 del PRI. Fue una movilización ciudadana sin precedentes en la historia de Yucatán. El primer comité del PAN en el Estado se fundó el 30 de marzo de 1940.

En el comité de 1945 figuró un joven, Carlos Loret de Mola Mediz, quien andando el tiempo sería el adversario priista de don Víctor Correa Rachó para la gubernatura de Yucatán.

Víctor Cervera Pacheco recuperó la alcaldía de Mérida para el PRI en las elecciones posteriores a las de Correa Rachó.

En aquellos años el joven Cervera Pacheco gozaba de una gran popularidad. Años después perdió la contienda frente a su adversario panista, Manuel Fuentes Alcocer.

La última década del siglo XX abre con el triunfo de Ana Rosa Payán Cervera en la contienda por la alcaldía de la ciudad. El 1 de diciembre de 1990 el presbítero Lázaro Pérez Jiménez escribió en un editorial en el Diario: “¡Faraones, caciques, dejen partir a mi pueblo!”.

Era delegado del PRI en el Estado don José Guadarrama Márquez , hombre al que se le atribuían talentos especiales para obtener triunfos. Sin embargo, el Diario consignó: “Falló el experto alquimista con patente de corzo”.

Ana Rosa Payán, una joven sin experiencia ejecutiva, venció al ingeniero Herbé Rodríguez Abraham, quien ya había sido alcalde de la ciudad y gozaba de general reconocimiento. El 3 de septiembre el ingeniero Tuffy Gaber Arjona declaró: “La inexperiencia de la señorita Payán no será un obstáculo para realizar una buena administración”. Sorprendente declaración de un priista en medio de los reclamos de sus partidarios, quienes parecían estar convencidos de que se trató de “un descontón de Manzanilla”.

La realidad es que el licenciado Víctor Manzanilla ya tenía un serio enfrentamiento con el señor Cervera Pacheco, a cuyo grupo pertenecía el ingeniero Rodríguez Abraham. El poder de convocatoria del PAN era causa de asombro en todo el país.

La rudas discrepancias de los 80 y principios de los 90 rindieron frutos a favor de Acción Nacional. Patricio Patrón Laviada se impuso sobre Orlando Paredes Lara, llegando así el PAN al Palacio de la 61, para abandonarlo seis años después tras el triunfo de Ivonne Ortega Pacheco sobre Xavier Abreu Sierra.

Lo que hace 20 años parecía imposible ha sucedido: “la joya de la corona del PAN”, Mérida, se ha rendido al PRI, su entrega está más allá de cualquier duda razonable. Ni el gran personaje que fue Víctor Cervera Pacheco logró, en su segundo intento, algo semejante, Mérida parecía eternamente azul.

No estoy seguro de que Borges se haya expresado con precisión, las elecciones no son asunto de estadísticas sino de conteo aritmético simple. Cierto es que la democracia es imperfecta, pero es imposible no darle la razón al viejo y bravo guerrero Winston Churchill cuando aseguró que “a pesar de todo no se ha inventado un método mejor”.

Borges recelaba de la calidad de los votos, no le faltaba razón: se vota por la estampa, por la facha, por filias y fobias, por esto y por aquello y no ha de faltar quien vote razonadamente: ¡Qué bueno, que cada quien vote por quien le dé la gana! Pero si algo nos muestran las últimas décadas de la historia es que en Yucatán todo puede ocurrir, lo imposible se hace realidad. Quien venció ayer hoy es derrotado, quien fue derrotado puede levantarse, ésta es una gran lección de este abuso de la aritmética, la que no produce vencedores ni vencidos, sino hace mayacoles temporales.

Mérida, Yucatán.

Cronista de Mérida.

Miembro de número de la Academia Yucatanense de la Lengua


Por el bien de todos, primero los pobres.

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