12 de abril de 2008

El Poder del Consumidor

Por el bien de todos, primero los pobres.

Esto es tan solo el principio y es para nuestro beneficio.

Las compañías de telefonía celular Telcel, Iusacell, Unefon, Nextel, Movistar, quien sabe si obligados por el Gobierno o por su propio interés, han decidido que las llamadas perdidas sean cobradas a un costo mayor que una llamada de un minuto. Y todos nos preguntamos, ¿a qué viene esto? ¿Hacen daño acaso las llamadas perdidas? si igualmente nos robaban el dinero de las tarjetas de prepago ahora nos dicen: ¡manos arriba esto es un atraco! sin ningún reparo además.

Se acabó eso de revisar tu celular y encontrarte esas llamadas perdidas de amigos, compañeros de trabajo y familiares mientras dormíamos. Ahora saldrá más rentable mandar un correo que hacer una llamada por celular. Y es que esto es una injusticia, dentro de poco pagaremos por mensajes al celular no leídos o no enviados o por el solo hecho de oprimir una tecla de nuestro teléfono.

Lo siguiente fue declarado por un funcionario del gobierno:

“Las compañías de celulares tienen el derecho a cobrar las llamadas perdidas, el motivo, cuando se realiza una llamada perdida estás utilizando las redes de comunicación de la empresa, por lo tanto sus servicios y por ello tienen derecho a cobrarlas.”

Por exigir nuestros derechos, porque el cliente CONSUMIDOR siempre tiene la razón y por que esto no vuelva a pasar, proponemos una huelga de teléfonos celulares.

Dejemos de darles de comer durante un tiempo, sin trabajo y que se den cuenta de que si esto sigue así, nosotros somos los que mandamos. Pon tu grano de arena y lo conseguiremos.

las empresas de telefonía móvil nos están robando, las compañías celulares nos están robando...basta....!! presta atención en la explicación al final para reenviar este mail.

En USA una compañía de celulares ofrece a sus clientes 2,000 (si, dos mil, leyeron bien) minutos libres por solo US $ 75.00 ¿¿¿Quién Gasta 2,000 minutos en un mes en México??? Usuarios comunes ¿cómo tu? ¿cómo yo?, seguro que no.

Si alguien lo gasta seguro abonará una factura de alrededor de $3,000 lo cual es muy superior a los US $75.00 que se pagan en los USA. ¿¿¿Cómo llegaron los norteamericanos a este beneficio???

Mediante la unidad. Si, la unidad de la comunidad; ni haciendo huelgas, ni rompiendo ni quemando nada. Solo de una manera: no usando el teléfono durante 5 días, las empresas se vieron obligadas a bajar las tarifas o quebrar. Hay que ponernos las pilas los usuarios para defendernos. Hacer un paro de los usuarios no les hará quebrar, pero si las obligará a pensar en bajar de precio los servicios que prestan.

La propuesta:

Envíe este e-mail a todos aquellos que conozca para que los días 18 y 19 de abril del 2008 todos tengamos el celular apagado.

Esta es la única forma en que podremos explicarles a: Unefon, Telcel, Iusacell, Nextel, Pegaso, que no somos ignorantes ni vamos a seguir permitiéndoles que nos metan la mano en el bolsillo. Entre todos los obligaremos a que bajen por lo menos un 50% las tarifas, y mejoren el servicio. Si no nos defendemos nosotros, nadie más lo va a hacer.

Si todos colaboramos en no utilizar el teléfono celular los días 18 y 19 de abril del 2008, lograremos demostrarles a esas empresas que los ciudadanos mexicanos no somos ignorantes, como está demostrado que piensan, pueden juzgar el comportamiento que han tenido las empresas para con los usuarios hasta el momento.

Datos:

En 1999 en Argentina los ciudadanos obligaron a TELECOM y TELEFÓNICA a poner una tarifa reducida a INTERNET por medio de DESCOLGAR los teléfonos durante 15 minutos.

En USA actualmente lograron que las compañías proveedoras de Internet absorban el costo de la llamada, como comunicarse a un 0800 en vez de a un 0610.

¿¿¿Por qué no ahora, nosotros lo intentamos con los servicios de celulares????

Apaguen sus celulares el mayor tiempo posible los días viernes 18 y sábado 19 de abril del 2008, si lo necesitan por negocios eviten las llamadas que puedan.

Por todos estos motivos, usuarios y clientes convocamos a un paro nacional por 48 horas. Por que somos los que mantenemos el sistema, apagamos los teléfonos celulares el 18 y 19 de abril del 2008. Les pedimos que apaguen sólo por esos días sus teléfonos celulares; esperemos que de esta forma las empresas entren en razón y bajen el costo del servicio e incluso lo mejoren. También les pedimos que corran la voz por todo el país, porque es la única forma de defendernos, ya que los organismos (como la COFETEL y la Procuraduría Federal del Consumidor) encargados de regular la actividad, no hacen nada, y de esta manera defienden los intereses de las compañías.

La propuesta es bien sencilla: este viernes 18 y sábado 19 de abril del 2008 no encender el celular y pronto todos estaremos agradecidos.

Saludos y recuerden enviar este mensaje a la mayor cantidad de conocidos posible.

Replica este aviso, y apaguen su celular: este viernes 18 y sábado 19 de abril del 2008. Con 5000 mil personas en el país que lo apaguen será suficiente para despertar la conciencia del consumidor mexicano!!!!!

Tercera carta de los Intelectuales por la Privatización de Petróleo.

Por el bien de todos, primero los pobres.

¿EL DEBATE NACIONAL?

Hoy se presentó, finalmente, el proyecto de Felipe Calderón para la reforma energética. Aún no se conoce el texto, pero ya Calderón, en su mensaje a la nación, se ha encargado de depositar sus beneficios en cada uno de los hogares.

El reparto de los bienes antes de saber siquiera cómo piensan obtenerlos. Pero el asunto no es cómo se organizarán las expediciones de los dueños de los bonos a las aguas profundas, sino cómo se va a proceder con el debate, en el que todos parecen estar de acuerdo, pero que Calderón lo suprimió en su mensaje y todavía se ignoran las difíciles reglas del juego.

El asunto no es coyuntural, es primordial para la República y para la identificación de patriotismo con patrimonio nacional, y por eso, la prisa mostrada por el sector de Acción Nacional y exigida por Felipe Calderón, no lleva a ningún lado, a menos que se confunda el darle la voz a unos cuantos a puerta cerrada con la discusión libre y amplia que el tema y la ciudadanía merecemos.

¿Qué es el debate necesario sobre la privatización del petróleo? Es la primera gran oportunidad de que la sociedad nacional delibere sobre su gran recurso de economía y desarrollo; es el intercambio de juicios de expertos, que se acompañen de documentos probatorios; es el ejercicio de participación (opiniones y juicios) en el tema en donde todos somos lo suficientemente expertos como para saber qué le conviene y qué no a la nación, porque lo contrario sería, antes de intentar privatizar el petróleo, privatizar la decisión y, por tanto, expulsar a la inmensa mayoría de la toma de decisiones en uno de los hechos que más le afectan.

¿Cuáles son las vías para el debate? La primera es subrayar la importancia de darle a la sociedad los elementos de juicio que se le han negado históricamente (“no van a entender, es muy complicado”) y eso exige una reflexión colectiva y personal no sujeta a los tiempos legislativos.

La segunda vía es la elección de medios en dónde desplegar las discusiones. Esos medios tienen que ser por fuerza el canal del Congreso, los canales de televisión privada, la red nacional de radioemisoras y la prensa regional y nacional. Esto no es pedir demasiado porque la persuasión, el estar convencido a través de los hechos, es el gran elemento de equilibrio de la República.

Corresponde al gobierno federal presentar el proyecto complementario: cómo deben darse los diálogos, de qué manera evitar los monólogos y de qué tiempos se dispondrá. Hoy, estar de espaldas al pueblo es de manera estricta estar de espaldas a televidentes, radioescuchas y lectores.

La tercera vía es la selección de las fuerzas que deben intervenir. Por supuesto, además de los partidos políticos, necesitan hacer uso de sus razones los sectores cuya actividad profesional los vincula a la industria petrolera (nadie niega la presencia de la iniciativa privada en el sector energético, pero se ha rechazado justamente el cambio del artículo 27 constitucional), los movimientos sociales, los grupos de la sociedad civil, las universidades y los centros politécnicos, los grupos indígenas, los trabajadores petroleros. A cada uno de estos grupos y sectores, le corresponderá nombrar a sus representantes.

(A este respecto, vale la pena mencionar lo dicho por Felipe Calderón, que aseguró que esta vez sí va a haber rendición de cuentas y finalizará la corrupción. Es muy interesante que de manera no tan implícita se reconozca que el primer gobierno de Acción Nacional permitió o fomentó la corrupción, tan representada según la opinión pública por el sindicato de Pemex y su líder Carlos Romero Deschamps, tan elogiado directamente por Calderón).

La cuarta vía tiene que ver con las maneras de indagar las respuestas al debate. Se puede optar por las encuestas y queda abierto el camino del referéndum, pero no se puede dar por concluido el debate sin enterarnos de sus repercusiones sociales.

La mejor manera de incorporar las preocupaciones graves y las desconfianzas profundas a propósito de la reforma energética, es abrir cauces civilizados y democráticos. En este caso, el primero de ellos es un debate nacional sistemático y sólido. Esto alejará la tentación de la violencia oficial, históricamente siempre precedida por sus redes de provocación.

Por el Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo

Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Jorge Eduardo Navarrete, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Fernando del Paso, Héctor Díaz Polanco, Margo Glantz, Antonio Gershenson, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Carlos Monsiváis, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Enrique Semo, Héctor Vasconcelos.

Segunda Carta de los Intelectuales por la privatización de PEMEX

Por el bien de todos, primero los pobres.

EL DIAGNÓSTICO.

El diagnóstico sobre la situación de Pémex presentado por la Secretaría de Energía y el director de la paraestatal, ha cumplido su cometido inicial: fuera de sus autores, no ha convencido a nadie.

El Frente Amplio Progresista negó puntualmente la veracidad de sus datos y la lógica, de sus conclusiones. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) calificó de catastrofista y, por tanto, de mentiroso el documento.

El mismo gobierno de Calderón no atendió a sus poderes persuasivos y pasó de inmediato a la amenaza, ya seguro de que no persuadiría. El secretario de Hacienda declaró: Si no hay reforma subiremos los impuestos o recortaremos el gasto. Es decir, si no nos obedecen, la pasarán muy mal, y sus descendientes mucho peor ya sin el peso del patrimonio nacional sobre sus espaldas.

Y el presidente de México de 2000 a 2006, líder moral del Partido Acción Nacional (PAN) sentenció: “Es increíble la resistencia que todavía hay en México para derrocar el monopolio de la energía y asociarlo con inversión privada para atraer las inversiones” (28 de marzo de 2008). Y vaya que Vicente Fox hizo lo posible por “derrocarlo”.

El diagnóstico convincente y veraz sigue haciendo más falta que nunca. En nuestro carácter de ciudadanos atentos al proceso económico y social del que tanto depende el país, insistimos en el debate, seguros de que éste no sólo consiste en el intercambio de puntos de vista tajantes. Por debate entendemos la confrontación de tesis y realidades en un nivel nacional. Eso exige el traslado de las discusiones a los medios electrónicos, una vez que se establezcan las reglas del intercambio de puntos de vista.

Al respecto, la secretaria Kessel afirmó: “Si la población mexicana rechaza la inclusión de inversión privada en PEMEX el gobierno respetará y asumirá esa decisión”. Luego agrega, en plena debacle conceptual: “Cuando digo los mexicanos, digo la población que tenemos un grupo de representantes que hemos votador por ellos para que representen nuestros intereses en el Congreso”.

No. Cuando dice “la población mexicana” no dice el Congreso, donde nos representan los representantes, dice todos los mexicanos representados representadamente o no. De otro modo, la argumentación sería: “Si el Congreso rechaza etcétera” Entre contradicciones, la secretaria se acercó a un hecho incontrovertible. De no posponer esa discusión a julio de 2012, la única forma para verificar en este tiempo el rechazo es el referéndum. Es agradecible el lapsus triunfal de Kessel y aguardamos su propuesta detallada en torno al referendo.

Mientras, ratificamos nuestra certidumbre: No a la privatización y a las formas engañosas con que se presente. Sí al debate.

COMITÉ DE INTELECTUALES EN DEFENSA DEL PETRÓLEO.

Rolando Cordera, Hugo Gutiérrez Vega,
Arnaldo Córdova, David Ibarra,
Laura Esquivel, Guadalupe Loaeza,
Bolívar Echeverría, Lorenzo Meyer,
Jorge Eduardo Navarrete, Carlos Monsivais,
Víctor Flores Olea, Carlos Payán,
Luis Javier Garrido, Carlos Pellicer,
Fernando del Paso, José María Pérez Gay,
Héctor Díaz Polanco, Sergio Pitol,
Margo Glantz, Elena Poniatowska,
Antonio Gershenson, Ida Rodríguez Prampolini,
Enrique González Pedrero, Enrique Semo,
Héctor Vasconcelos, Javier Wimer.

Primera carta de los intelectuales por la privatización de PEMEX

Por el bien de todos, primero los pobres.
¿Qué es la privatización?

A la convocatoria de la secretaría de Energía y del director de PEMEX para un debate amplio sobre la reforma energética, respondimos afirmativamente en nuestro carácter de ser uno más de los numerosos grupos y personas interesados en uno de los asuntos fundamentales del desarrollo nacional.

A la invitación primera no han seguido propuestas del gobierno federal sobre las formas y los métodos del debate y, en abierta contradicción con la propuesta, el Partido Acción Nacional da por inexistente el llamado a discutir y anuncia que serán ellos y no el Poder Ejecutivo, quien envíe el proyecto a las Cámaras. También, y en sentido complementario, el senador Manlio Fabio Beltrones decide que no hace falta el debate y que ya todo debe estar en manos de expertos.

Eso es, de modo tajante, el llamado a la privatización del conocimiento, sin más. Los expertos tienen necesariamente la última palabra, pero en una democracia, esa última palabra se integra por las decisiones informadas de la colectividad.

Suponíamos y suponemos que el Ejecutivo tiene por razón natural una información abundante sobre el petróleo, muy superior a la de Acción Nacional, pero cada grupo decide cómo distribuye sus costos políticos. Y, también, es curioso que el PRI, por voz de su líder, decida que a los ciudadanos, en su calidad de no expertos, les toque callar y obedecer.

Confiamos en las virtudes críticas del debate y por eso insistimos en mantenerlo como salida racional. Por eso ahora presentamos una definición posible de la privatización del petróleo. Estamos seguros que por su carácter crucial, la discusión continuará. ¿Cuál es la prisa?

Privatización significa vulnerar el principio constitucional que hace de la Nación la propietaria de los recursos del subsuelo, en especial de los hidrocarburos, y reducir la exclusividad de PEMEX en la explotación de los recursos petroleros de la Nación. Privatizar es entregar parte de esa riqueza a empresas nacionales y extranjeras, afectando la soberanía nacional y el presente y el futuro de los mexicanos.

ATENTAMENTE

Carlos Monsivais Luis Javier Garrido Antonio Gershenson
Sergio Pitol Víctor Flores Olea Lorenzo Meyer
Elena Poniatowska Héctor Vasconcelos Arnaldo Córdova
Fernando del Paso Carlos Payán Rolando Cordera
Margo Glantz Héctor Díaz Polanco Enrique Semo
Hugo Gutiérrez Vega David Ibarra Ida Rodríguez Prampolini
Guadalupe Loaeza Laura Esquivel Carlos Pellicer
Luis Linares José María Pérez Gay
Enrique González Pedrero Jorge Eduardo Navarrete

La réplica es un derecho social, plantean las Adelitas a Televisa

Por el bien de todos, primero los pobres.
■ Mujeres defensoras del petróleo protestan en carta a Azcárraga por manejo de información sobre PEMEX

Durante una manifestación, las Brigadas de Mujeres en Defensa del Petróleo entregaron una carta en las instalaciones de Televisa para demandar derecho de réplica. A continuación el texto íntegro.

Emilio Azcárraga Jean
Presidente de Grupo Televisa
Presente

El proyecto de reforma que el gobierno federal presentó esta semana en la Cámara de Senadores para legalizar y ampliar la participación de las empresas privadas nacionales y extranjeras en la industria petrolera, ha generado el rechazo de amplios sectores de la población y de una parte de los legisladores en el Congreso de la Unión.

Muchos mexicanos no vemos razón alguna de interés nacional para abrir la industria petrolera a intereses privados, y mucho menos extranjeros. Sin embargo, sobran los intereses de individuos, grupos y empresas que quieren apoderarse de esta riqueza, el sector más rentable de nuestra economía. Ese es el centro de la actual disputa por el petróleo mexicano.

Por tal razón, hemos emplazado a un debate nacional a todas las fuerzas políticas del país, al gobierno, a los medios y a la sociedad en su conjunto, sin exclusiones ni exclusivismos, para que la población conozca a fondo los argumentos de todos los interesados y las implicaciones que tendrá la reforma para los mexicanos y las futuras generaciones.

Como ha sido del dominio público, este movimiento ciudadano rechaza cualquier forma, abierta o disfrazada, de privatizar Pemex y la industria petrolera, porque significaría cancelar el futuro para millones de mexicanos y la posibilidad de desarrollo para nuestro país.

Sin embargo, el gobierno, el PRI y el PAN, y no pocos medios de comunicación, confunden el dar la voz a unos cuantos, a puerta cerrada, con el debate libre y amplio que este tema y la ciudadanía se merecen.

Frente a este panorama, los canales de televisión y las emisoras de radio de su empresa han difundido información distorsionada de nuestro movimiento y han asumido como propios los argumentos del gobierno, con el objetivo de manipular la opinión pública. Los noticiarios de Televisa y sus conductores se han dedicado a calumniar el movimiento de resistencia civil pacífica en defensa del petróleo. Esta política editorial no fomenta el debate ni la discusión, pero sí el odio y la polarización.

Nosotros queremos un debate nacional en el que la radio y la televisión deben jugar un papel central. Por esta razón, y por respeto a los televidentes, que también son ciudadanos, le solicitamos abrir espacios y brindar tiempo en sus noticiarios y su programación para exponer nuestros puntos de vista y argumentos en contra de la reforma energética de Felipe Calderón. Es un derecho de la sociedad y es una obligación de los concesionarios. Esa es la forma civilizada de abordar los problemas nacionales; la cerrazón nos regresa a los tiempos del autoritarismo y la barbarie.

Atentamente

Brigadas de Mujeres en Defensa del Petróleo

Claudia Sheinbaum
Responsable