Ante la actual coyuntura política de nuestro país y como consecuencia del resultado de las elecciones presidenciales del 2 de julio de 2006, el Partido de la Revolución Democrática ha demostrado en la práctica ser el único partido opositor a las políticas neoliberales privatizadoras de los regimenes PRI-PANistas que han ido entregando el país poco a poco al gran capital internacional.La agresión al sector campesino agropecuario, a los mineros, a los maestros, a los obreros, a los sindicatos independientes, son solo una muestra del tipo de gobierno y del modelo de país que anhelan los gobiernos neoliberales desde Miguel de la Madrid, pasando por Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, y Felipe Calderón.
La entrada en vigor de la cláusula agropecuaria del TLC (entrada de maíz, fríjol, etc., libre de aranceles), la reforma a la Ley del IMSS e ISSSTE para modificar el régimen de pensiones y jubilaciones, los intentos de entregar nuestro patrimonio a las empresas privadas y extranjeras (PEMEX, CFE, etc.) y la reforma a la ley federal del trabajo, son solo algunos botones de muestra.
Ante el panorama anterior cobra mayor relevancia el proceso de renovación de la dirigencia nacional, estatal y municipal de nuestro Partido de la Revolución Democrática. Elecciones que sin duda están bajo la lupa de nuestros adversarios políticos y sus aliados de algunos medios, para atacarnos y maximizar el más mínimo detalle o controversia entre los actores políticos que participan.
Tengo muy claro que nuestros adversarios son los de enfrente. Al interior del partido no veo adversarios, veo a compañeros que quieren estar en la presidencia para poner en práctica sus proyectos. Podemos diferir en el método pero no en las metas. Las metas están claras: la defensa del patrimonio nacional, los derechos ciudadanos, la libertad de expresión, la educación pública, gratuita y laica, la soberanía alimentaria, la igualdad de géneros, el derecho a disentir, esos y tantos más compromisos históricos que solo serán posibles cuando la izquierda sea gobierno. Yo en lo particular me declaro López Obradorista, estoy con el gobierno legítimo y apoyo a Alejandro Encinas.
Mi propuesta de llegar a la presidencia del Comité Municipal del Partido de la Revolución Democrática en Tizimín, se centra en la fuerza de la militancia, el reconocimiento de los liderazgos al interior del partido, los consensos con la militancia, la regionalización del partido, y la participación en las elecciones con candidatos propios. Por eso mi lema es: ¡Ya Basta! Ahora va la militancia.
Pedro Pablo Barrera Novelo
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